Nicole Torres / @nikole_torres_a
Gabriela Ruiz es una periodista, escritora y cronista, que ha armado su carrera en medios independientes. Tengo el honor de presentarles su libro ¡Al Gobierno pido que me dé un río! que recoge su trabajo y el del fotodocumentalista Josué Araujo. Estoy contenta de estar aquí esta noche, porque por mucho tiempo he admirado su trabajo minucioso, empático y profundo.
Vivo en Cuenca, alrededor de 27 años, mi familia viene de Gualaquiza, en la provincia amazónica de Morona Santiago. Con mucha dificultad vienen a mí recuerdos borrosos de la orilla del río, de la arena caliente, un camino de mariposas, galletas con forma de animalitos mezcladas con dulce de guayaba. Yo no aprendí a nadar en el río como mis hermanas, ni jugué en sus orillas, ni alcancé a disfrutar de la libertad de crecer en la Amazonía. Pero me mudé a una ciudad a la que la atraviesan cuatro ríos y crecí rodeada de agua y muchas más oportunidades en cuanto a salud y aprendizaje. No todas las familias tienen la posibilidad de cambiarse de ciudad y dejar su lugar de origen.

En ¡Al Gobierno pido que me de un río! Gabriela narra la conexión profunda de las personas indígenas, de los distintos pueblos y nacionalidades, con sus territorios y sobre todo con el agua. Su lucha para tener una vida con dignidad, salud y los servicios básicos, a pesar de que, por décadas, sus territorios han sido saqueados y contaminados por las industrias petroleras y mineras. Este libro recoge reportería de años, participación en rituales comunitarios, genera memoria sobre afectaciones ambientales y asesinato a defensores de la naturaleza.
Josué Araujo es el encargado de ponerle rostro a líderes y lideresas ambientales, a familias, a árboles que son abuelos y ríos que se convierten en espíritus protectores. También de documentar el desastre que generan los derrames petroleros y la digna rabia de sus habitantes. La cercanía de su trabajo, lo ha llevado incluso a caer sobre residuos tóxicos por capturar las fotografías.

“Reportear la defensa del medio ambiente en América Latina da la sensación de atestiguar una guerra no declarada en contra de las comunas, los pueblos y las nacionalidades habitantes de territorios ancestrales y biodiversos. Los Estados deberían garantizar los derechos colectivos, pero son ellos quienes los violan recurrentemente, ignorando las normativas internacionales y locales” escribe Gabriela.
Leer este libro es viajar con ella y Josué, pedir permiso para entrar a lugares sagrados, transitar selvas, bosques, mirar a través de sus ojos la desolación. Pero también es mirar, de frente, la resistencia por guardar tradiciones, territorios y conservar la vida. Los invito a sumergirse en este viaje, no es coincidencia que todos estemos aquí hoy, en una ciudad de ríos hablando de la necesidad de defender el agua. “La desaparición de un río amenaza con desplazar a cualquier población que viva de él. Donde no hay agua, no hay vida” reflexiona Gabriela en estas páginas.
Los ríos son los centros de la vida, pero en el caso de las comunidades son totalmente esenciales. Como se explica en este libro, los ríos, muchas veces les dan el nombre a los poblados, son su fuente de agua, esparcimiento y alimento. La lideresa Verónica Grefa le dijo a Gaby “si el río enferma, nosotros también enfermamos”.
Gabriela se cuestiona ¿cuánto tiempo toma desaparecer un río? Ojalá que mucho más del que creemos, mientras tanto, informémonos, cuestionemos y leamos este material, para que no seamos las próximas personas en tener que pedirle al gobierno que nos devuelva un río.
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Presentación de ¡Al Gobierno le pido que me dé un río! en Cuenca, abril del 2024.

Comunicadora social, con corazón de periodista. En sus ratos libres cocina, así que, espera haber heredado la sazón de su abuelita.
Nicole Torres
